Te deseo el fuego y la noche,
los besos que nunca di
y el futuro que nos prometo.
Estás hasta arriba de mentiras,
los caprichos no salen de tus manos
ni te olvidas de mí.
Te deseo el fin,
la guerra y la banda sonora
de mi película favorita.
El reloj anclado,
las ocho de la mañana,
café y tus ojos.
Te deseo el tiempo,
que seas tristeza en la
felicidad y regalo de muchos.
Sobre todo de mí.
Te deseo la risa infinita,
el corazón rojo
y el pecho valiente.
Que sólo tú sabes explotar
y hacérmelo.
El sol y la playa,
la guardia de madrugada,
la foto nunca hecha.
Te deseo la alegría y
la continuidad de un viaje,
la incertidumbre.
El aleteo de mil mariposas
al vernos y el olor a mar
en las pestañas.
La incontrolable sensación
de sentirnos importantes
dentro de nosotras.
Fuera de la cama siempre
hace frío y tus brazos están
hechos a mi medida.
Te deseo el deseo dentro y
fuera de la gravedad.
Que controles tus ganas
pero que
me llenes de ellas.
Que siempre busques la
verdad y que huyas de ti.
Que te desees.
Que sobre todo me desees.
Que errar sea sólo un acierto.
Y que al acostarnos cada
noche nos contemplemos
el cielo en los ojos.