miércoles, 16 de abril de 2014

Hablar de ti es recordarme.


No sé en qué momento me crucé con tu mirada,
Ni cómo te conocí,
Sólo recuerdo que tenías el paréntesis más bonito
A los dos lados de la boca,
Esa boca que salva de cualquier precipicio
Pero que, a la vez, es el camino más directo para llegar a él.

Puede ser que nos hayamos visto incluso antes de conocernos,
Que tú pensases en mí y yo sonriera en ti
Como quien espera la vida o regresa a la muerte,
Puede ser que haya visto a través de tus ojos cualquier noche
Y que tú al despertar una mañana me hayas soñado,
Que al conocernos nos hayamos coincidido y declarado
Placer sin darnos apenas dos besos tímidos,
Puede ser que antes de esa noche ya me hubiera confesado
Contigo en cualquier callejón y tomado tu mano
En señal de orgullo, como quien ha conseguido un trofeo,
Que sin yo saberlo ya te quisiera
Y sin tú esperarlo te quedaras.

Porque no encuentro versos ni besos para escribirte
Todo lo que quiero hacerle a tu poesía,
No encuentro preguntas ni respuestas simples para
Hablar de ti y que no se me rompan los esquemas,
Ni similitudes que guarden parecido alguno con algo que
Haya vivido en otros pasados próximos,
Porque sin buscarte te encontré a dos manos de mi puerta
Y me hiciste risa en cada parque,
Porque sin pretenderte te pensaba
Y sin quererte ya sabía que iba a hacerlo.



2 comentarios:

  1. Qué cosa tan preciosa leer de vez en cuando textos que siendo tan sencillos, emocionan como una decena de poesías de métrica minuciosamente calculada, o más si cabe. Todo un mérito.

    ResponderEliminar