lunes, 14 de abril de 2014

La certeza de la derrota.

Ella es mía y del mundo,
me gusta sentirla libre,
que cuando me de la espalda para dormir sepa
que, inmediatamente, voy a abrazarla,
a besarle la brisa de su pelo,
a escucharla reír en sueños y a afrontar
una vida llena de derrotas a su lado,
que tenga la certeza de que voy
a confundirla con cualquiera
pero que nunca dude de que voy a
esperarla cada mes de cada año,
como si al respirar ella fuese el aire
y al llorar la sal fuesen sus manos.

Quiero que ella sepa que soy infierno
pero que voy a desnudarle los ojos
cada vez que quiera huir de mi lado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario